miércoles, 15 de junio de 2011

CAMBIO CLIMATICO


CAMBIO CLIMÁTICO EN LA ACTUALIDAD
Actualmente el calentamiento global y el cambio climático que lo prosigue se manifiestan de diversas maneras, ya sea en las características climáticas o geográficas, o en los ciclos biológicos y comportamientos de los ecosistemas. A continuación se presentarán situaciones que evidencian el calentamiento global y hacen especular sobre cuales serán las consecuencias en el futuro.
Las temperaturas
Si bien a lo largo de los últimos 120 años, que es donde se tiene registros, la temperatura a ascendido y descendido en reiteradas ocasiones, la tendencia es clara y en el gráfico siguiente nos habla de un aumento de 0,6ºC en poco más de un siglo. La temperatura media global se estima en este momento en 14,5ºC.
Si observamos el progreso de las temperaturas durante las últimas dos décadas el patrón es difuso pero la tendencia se mantiene. De hecho los 10 años más calientes registrados hasta el momento han ocurrido en los últimos 17 años, siendo 1998 el más cálido registrado.
En el cuadro anterior se ve reflejado un aspecto curioso que demuestra la fragilidad del clima mundial, la influencia de las concentraciones de CO2 sobre la temperatura y como las plantas ayudan a disminuir estas concentraciones. Ocurre que cada año presenta valores máximos de temperatura en los meses de calor del hemisferio norte, mientras que los picos anuales más bajos se encuentran en los meses más fríos del mismo hemisferio. Las plantas verdes desarrollan en los meses cálidos el proceso de fotosíntesis, debido a que sólo en esta época tienen hojas; donde utilizan CO2 y energía solar para producir hidratos de carbono y liberar oxígeno. En consecuencia, las plantas verdes disminuyen levemente los niveles de CO2 atmosférico y consecuentemente el efecto invernadero, lo que induce al descenso de las temperaturas.

Además del aumento de la temperatura a escala global, en el siguiente cuadro se observa que en muy pocas regiones oceánicas la temperatura a disminuido, mientras que en las grandes masas continentales del hemisferio norte como Eurasia y Norteamérica se han registrado los máximos incrementos.
Durante la última década, se han triplicado en el mundo las catástrofes naturales debidas al clima con respecto a la década de los 60, y en 2005 se produjo un récord de huracanes: 15, tres más que en el último registro, establecido en 1969. En Japón el máximo fue de 7 tifones en un año, pero en 2004 hubo 10 tifones. Mientras que ese mismo año hubo un huracán en Brasil, cuando antes se creía que era imposible la formación de uno en América del Sur.
Los últimos estudios sugieren que hay un vínculo entre la intensidad del huracán y el calentamiento global. Estos indican que una mayor temperatura en los océanos produce mayor humedad en la atmósfera, lo que induce a un aumento proporcional en la velocidad y magnitud de los huracanes.
Fusión de grandes masas de hielo
El recalentamiento global producido por la contaminación atmosférica de gases de invernadero antropogénicos está derritiendo los hielos de la Antártida y Groenlandia de manera que alarma a los científicos, aunque era algo previsto. Lo grave es que el proceso es más rápido de lo que se pensaba y debe esperarse para muy pronto el alza del nivel del mar en cantidades significativas.
Gran parte de la Antártica y Groenlandia está rodeada por barreras de hielo flotantes, que están siendo afectadas por el aumento de la temperatura del mar, y adelgazándose rápidamente. Estas barreras hacen de soporte para los glaciares que cubren estos continentes polares, cuando esas barreras desaparecen, derretidas por el alza en la temperatura del mar generada a su vez por el calentamiento global, los glaciares aumentan su velocidad de caída y se precipitan al mar antes de lo usual, derritiéndose a su vez.
Los investigadores de la NASA han publicado recientemente un informe en la revista Science, donde describen los cambios medidos en el grosor de las capas de hielos basándose en los avances técnicos y en las observaciones realizadas durante la década pasada. Estos sentenciaron:
"Las capas de hielo polar están cambiando en una escala de tiempo relativamente corta, esto es en décadas en lugar de miles de años. Las más precisas mediciones actuales nos dicen que los cambios a gran escala son generalizados". "Estas observaciones van contra el modelo aceptado sobre las capas de hielo, que careciendo de las capacidades observacionales modernas, se basaban generalmente en presunciones de estado estacionario". "Las capas de hielos de la Antártica y Groenlandia juntas, contienen agua, en forma de hielo, suficiente como para hacer subir el nivel del mar en 70 metros". "El mar sube (actualmente) de nivel a razón de 1,8 milímetros por año impactando la circulación del océano y el clima. En épocas pasadas de deglaciación rápida, el derretimiento de las capas de hielo hizo subir el nivel del mar a una velocidad mayor que hoy. Esta es la amenaza real de las capas de hielo".
Las personas que investigan la dinámica de las masas de hielo terrestres siempre han creído que ante un incremento sostenido de la temperatura media global, las masas de hielo no polar (glaciares de montaña) responderían rápidamente, reduciendo su volumen en apenas unas décadas. La respuesta de las masas de hielo polar, sin embargo, sería mucho más lenta. Pero la predicción a fallado parcialmente, ya que los casquetes polares también responden rápidamente.

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